Dieta en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal-EII: avances

Que la incidencia de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es cada día mayor en el planeta y que cada vez menos nos referimos a ella como a una enfermedad rara es, desgraciadamente, una realidad [1].

Evidencia científica

Los estudios científicos apuntan a que la EII surgiría de una interacción entre las influencias genéticas y las ambientales (estilo de vida, dieta, sueño, estrés, ejercicio, exposición a contaminantes, aditivos alimentarios, tabaco, alcohol, etc.) lo que resultará en un desequilibrio entre la señalización proinflamatoria y  antiinflamatoria, sin embargo, las causas de este desequilibrio y de la Enfermedad Inflamatoria intestinal (Crohn, Colitis Ulcerosa – CU) no se comprenden completamente [2].

El conocimiento de que es posible modificar los factores ambientales tanto para el inicio de la enfermedad como para el riesgo de exacerbación  o brote, representan un  estímulo para la investigación por su potencial terapéutico con pocos efectos secundarios adversos.

Dieta y brote

En muchas ocasiones los pacientes asocian la dieta y el brote de la enfermedad y este es una de las preguntas más frecuentes a los gastroenterólogos para las que faltan directrices sobre las recomendaciones dietéticas como primera terapia [3].

Además, la EII se asocia con desnutrición, sarcopenia (pérdida de masa muscular y fuerza ) y deficiencias de micronutrientes (vitaminas y minerales) , todo lo cual puede reducir la calidad de vida de quienes la padecen  [4, 5].

La literatura científica publicada recientemente que evalúa las relaciones entre la dieta, la nutrición y la EII ha aumentado sustancialmente en los últimos 3 años, lo que refleja la urgencia de encontrar soluciones terapéuticas para satisfacer las necesidades del paciente y reducir las complicaciones relacionadas con la enfermedad.

Las influencias ambientales en la EII

Las influencias ambientales potencialmente relevantes abarcan todo el espectro de la vida, desde el modo de parto y las exposiciones tempranas (incluida la lactancia materna y la exposición a antibióticos en la infancia) hasta las exposiciones posteriores en la edad adulta (incluido el tabaquismo, los principales factores estresantes de la vida, la dieta y el estilo de vida).

Los datos apoyan una asociación entre el tabaquismo y la enfermedad de Crohn, mientras que paradójicamente,  fumar podría tener  un efecto protector en la Colitis Ulcerosa,  motivo por el que dejar de fumar, se asocia con un mayor riesgo de colitis ulcerosa. [17,18]

La dieta podría desempeñar un papel importante en el origen de la EII [9].

La fibra dietética (en particular las frutas y verduras), las grasas saturadas, la depresión y los trastornos del sueño y los niveles bajos de vitamina D se han asociado con la incidencia de  EII. [6]

Algunos de estos son componentes de la alimentación tradicionalmente se consideran parte de una dieta saludable, como verduras, frutas, fibras dietéticas, ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 (Pescados azules) y Omega 9 (Aceite de oliva virgen) y vitamina D (la vitamina del Sol)

Mientras que otros, como las carnes procesadas (fiambres, embutidos, hamburguesas y sus aditivos), exceso de  ácidos grasos poliinsaturados Omega 6 (productos procesados, aceites de semillas como el girasol, maíz, soja, etc.) harinas, gluten y azúcares refinados a menudo se consideran parte de la dieta occidental «no saludable»,  y hay clara evidencia de ello, pero no está claro hasta qué punto alguno de ellos es específico de la EII.

La dieta antiinflamatoria pdf

El microbioma intestinal

Ha surgido considerable evidencia de que la dieta se dirige a la inmunidad innata y adaptativa en la barrera intestinal y el microbioma intestinal, además de corregir la desnutrición que padecen muchos de los pacientes con Enfermedad de Crohn  (EC) y Colitis Ulcerosa  (CU) [7 ,8 ].

Con la enorme cantidad de investigación sobre microbioma intestinal en la EII, es inevitable que el interés en muchos aspectos de la dieta y la nutrición en la EII aumente exponencialmente.

Sin embargo, es necesario que el estudio de la intervención nutricional en la EII desarrolle nuevos paradigmas y no simplemente siga los caminos del desarrollo de fármacos.

Dieta en etapas iniciales y en remisión

Es especialmente atractiva la posibilidad de intervenir en las etapas iniciales de la enfermedad y en pacientes con EII en remisión para prevenir la recaída.

El gran número de artículos de revisión sobre el tema de los mecanismos dietéticos y la EII refleja verdaderamente el gran interés la alimentación y la dieta como tratamiento y coadyuvante en las enfermedades inflamatorias del intestino y abre la puerta a nuevos estudios sobre la mejor dieta para la EII y todas sus formas: Colitis Ulcerosa, Colitis microscópica (colitis colágena y colitis linfocítica) y Enfermedad de Crohn. [10 , 11 , 12 , 13 , 14 , 15 , 16].

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Referencias: artículos y estudios científicos

  1. Ng, S.C.; Shi, H.Y.; Hamidi, N.; Underwood, F.E.; Tang, W.; Benchimol, E.I.; Panaccione, R.; Ghosh, S.; Wu, J.C.Y.; Chan, F.K.L.; et al. The worldwide incidence and prevalence of inflammatory bowel disease in the 21st century: A systematic review of population-based studies. Lancet 2018390, 2769–2778. [Google Scholar] [CrossRef]
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  18. A. Meyer, X. Treton,Colitis ulcerosa,EMC – Tratado de Medicina,Volume 22, Issue 1,2018, Pages 1-8,ISSN 1636-5410, https://doi.org/10.1016/S1636-5410(17)87870-3.

Notas

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